Conviene ante todo fijar el significado del concepto. Entendemos por frigidez la falta de orgasmo en la mujer durante el coito normal, es decir, el vaginal.
Stekel establece la siguiente clasificación: mujeres completamente frígidas, aquellas que no hallan ni placer ni excitación, sea en el coito o en el juego amoroso; mujeres relativamente frígidas, capaces de lograr el orgasmo, pero raras veces y sólo cuando se cumplen ciertas condiciones psicológicas, y mujeres apasionadas, incapaces de satisfacer sus necesidades sexuales, porque durante el juego amoroso preliminar y en el acto mismo, una necesidad imperiosa e insaciable de goce las consume.
La frigidez es un trastorno muy frecuente y aparte de definiciones más o menos acertadas, lo verdaderamente importante es la repercusión que este trastorno causa en la mujer, tanto en el orden puramente psicológico como orgánico y funcional.
Es fundamental que cobre el hombre exacta conciencia de la diferencia entre sus sensaciones y las de su pareja. El coito en la mujer no es solo un acto protagonizado por una parte de su cuerpo, la vagina; es la suma de una serie de fenómenos, hormonales y psíquicos a los que el hombre debe prestar la máxima atención, ya que al cumplirse los mismos logrará despertar en la mujer el clímax necesario para romper la barrera de la frigidez.
Sólo en muy raras ocasiones las causas de frigidez en la mujer son de tipo orgánico. Coitos que resultan dolorosos por vaginismo, prolapso uterino, estrechez vaginal, consecuente a la reparación de desgarros ocurridos en el parto, himen imperforado, colpitis, vaginitis u otros procesos inflamatorios locales, etc pueden ser causas de molestias en el acto del coito, que puede y debe corregirse médicamente. Una vez esto logrado es posible que persista la frigidez, ya que ambas circunstancias pueden asociarse pero no van unidas necesariamente.
Ciertas enfermedades infecciosas crónicas y particularmente trastornos en la regulación y secreción hormonal pueden, al incidir en un terreno abonado, al favorecer el desarrollo de una frigidez, al igual que puede hacerlo el empleo de una técnica defectuosa, en especial al iniciarse en la vida sexual.
Los fallos educativos en la niña, particularmente en la esfera sexual, moral y religiosa, cuando se forma en un ambiente cerrado e intransigente, conllevan a menudo una no aceptación de su papel femenino y con ello se imposibilita la entrega necesaria en el acto sexual.
Capítulo importante, dentro de este tema, lo constituyen las múltiples situaciones conflictivas de las neuróticas que bloquean la transmisión afectiva y el orgasmo.
Todo ello hace referencia a los mecanismos psicodinámicos que tanta importancia tienen en el origen de la frigidez. Los imperativos subconscientes del "no debes", "no está permitido" y "no quiero" triunfan sobre las pulsiones sexuales impidiendo su curso normal.
¡Feliz Navidad!